Este es el helado que alivia a pacientes con cáncer y busca transformar la nutrición clínica 2b1s4e
Aunque parezca increíble, uno de cada cinco pacientes con cáncer no muere a causa de la enfermedad, sino por los efectos colaterales que impiden que su cuerpo resista los tratamientos, especialmente la desnutrición. 1v441m
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El dolor, las náuseas, la pérdida del apetito y los cambios en el sabor hacen que comer se convierta en una pesadilla. Frente a este desafío, surgió una solución innovadora: Nutri-ice, el primer helado creado específicamente para pacientes oncológicos.
Lejos de ser un capricho, este producto fue diseñado con un enfoque clínico: es un helado funcional, suave, fácil de ingerir y nutricionalmente denso. Pero su verdadero poder radica no solo en lo que contiene, sino en lo que representa.
Su campaña de lanzamiento lo bautizó como “Terapia de crema”, un juego de palabras que une dos mundos opuestos: el dolor de la quimioterapia y el placer de comer helado.
Esta estrategia de comunicación ha capturado la atención de médicos, pacientes y medios de todo el mundo. En lugar de explicar con tecnicismos, el nombre cambia el contexto emocional del producto: ya no es un suplemento, sino un deseo cumplido. Porque el verdadero obstáculo no es la falta de nutrientes, sino la aversión de los pacientes a comer.
La experiencia sensorial de volver a disfrutar una cucharada sin temor, sin malestar y sin culpa ha sido el eje central de esta propuesta. Por eso, Nutri-ice no se limitó a lanzar una campaña tradicional. En lugar de invertir millones en publicidad, apostaron por educación médica, por un empaque memorable y un mensaje transformador que ha llegado a más de 10 hospitales en Inglaterra.
Más que un producto, se presenta como una invitación a cambiar el estándar de alimentación clínica. Es una solución que no solo nutre, sino que alivia, conecta y dignifica. Un recordatorio de que el diseño, el lenguaje y la empatía también pueden curar.
Con Nutri-ice, el marketing deja de ser una herramienta de venta para convertirse en una vía de impacto real. Porque cuando se parte del dolor humano, incluso un helado puede ser una forma de esperanza.
