En veinte días: Estos son los embajadores con los que se ha reunido Alex Saab en Venezuela 57o1p
Después de ser un personaje opaco del que costaba encontrar una fotografía en redes sociales, Alex Saab pasó a ser el mártir del régimen, y tras su liberación, lo titularon en el más alto despacho para negociar para el país, tiene en sus redes reuniones como si se tratase del canciller y ha recibido varias condecoraciones. 1o6n5g
Además, se sumó a la delegación de negociaciones entre el régimen y la oposición, como representante de los primeros.
Tras la detención del considerado "testaferro de Maduro ", Alex Saab, acusado de ser el mayor lavador de dinero en Venezuela con la importación de alimentos en momentos de escasez, era impensable que tiempo después estaría sentado con los representantes de potencias mundiales para acentuar sus relaciones comerciales a favor del régimen.
Con un acuerdo entre Maduro y la istración de Biden, el colombiano recuperó su libertad y regresó a Caracas donde fue recibido literalmente con alfombra roja en Miraflores.
Como premio mayor se le designó en el más alto cargo comercial en el gobierno: Presidente del Centro Internacional de Inversión productiva. Lleva la batuta de las negociaciones comerciales en una deprimida Venezuela, dependiente de importaciones que no dejan trazas, ni se rinden cuentas de regalías, ganancias, inversiones y gastos.
Veinte días después de ser designado en el cargo, publica en sus redes sociales la apretada agenda que ha tenido con los más altos representantes de los gobiernos con los que Venezuela tiene acuerdos comerciales.
Entre los embajadores que ha recibido en su despacho en el este de Caracas, están los de potencias como Portugal, Egipto, Turquía, Vietnam, China, Qatar, India, Bielorrusia y Kuwait.
Saab ahora publica abiertamente lo que venía haciendo antes de ser detenido en Cabo Verde por orden del Departemento del Tesoro, en un momento en el que viajaba a Turquía para seguir negociando alimentos de baja calidad que vende a los más pobres en Venezuela a través de las llamadas cajas CLAP, del que dependen miles de venezolanos sumidos en la pobreza y la hambruna.
